Nuestras piezas están hechas con materiales de calidad como plata de ley, latón y oro, sin baños ni recubrimientos. Eso sí, como son metales que no tienen tratamientos adicionales, con el tiempo y el uso pueden cambiar de color debido a la oxidación. Pero no te preocupes, con una buena limpieza, volverán a brillar como el primer día. Aquí te dejo algunas recomendaciones para mantenerlas en su mejor estado:


1. Limpieza con agua y jabón:


Esta es la forma más sencilla y segura de limpiar tus joyas. Solo necesitas un poco de agua tibia y jabón neutro (como el de manos o el de platos). Sigue estos pasos:

· Aplica el jabón directamente sobre la joya.

· Frota suavemente con un cepillo suave.

· Enjuaga la joya bajo el grifo, mientras sigues frotando suavemente.

· Sécala con un trapo suave, frotando un poco más si quieres darle un extra de brillo. ¡Cuanto más frotes, más pulida quedará!


2. Limpieza con pasta de dientes:


Otra opción efectiva es usar pasta de dientes blanca, ya que contiene bicarbonato, un gran aliado para quitar la suciedad y devolverle el brillo a tus joyas. El proceso es muy similar:

· Aplica la pasta de dientes en seco sobre la joya.

· Frota con un cepillo suave, asegurándote de llegar a todos los rincones.

· Aclara bajo el grifo, frotando un poco más para asegurarte de que no queden restos de pasta.

· Seca con un trapo suave, ¡y listo! Tu joya debería recuperar su brillo original.


3. Si el resultado no es el esperado...


A veces, por más que limpiemos, no conseguimos el brillo que esperamos. Si eso te pasa, no te preocupes. Puedes traernos la joya a la tienda y nosotros nos encargaremos de dejarla como nueva. ¡Será como si la acabases de comprar!

Recuerda que cuidar bien tus joyas hará que duren más y luzcan siempre perfectas. ¡Esperamos que estos consejos te sean útiles!