Hojas, soles, flores…dan forma a la colección Edén, un homenaje a la naturaleza en su estado más puro y a la belleza que reside en la imperfección. Cada pieza es única, al igual que en la naturaleza no existen dos hojas o flores idénticas. Esta singularidad se refleja en los diseños, donde la oxidación del metal durante el proceso de creación añade un toque de imprevisibilidad y autenticidad, haciendo que cada joya tenga su propio carácter y personalidad.